Generalmente, los conflictos son reconocidos por ser situaciones incómodas para las personas que están involucradas. Desde cualquier acto violento, hasta la forma más sutil de desacuerdo. Sin embargo, entenderemos que es mejor enfrentar y manejar un conflicto, a evitarlo y dejarlo que crezca sin darnos cuenta. De acuerdo con la investigación de CPP. (2008), el 85% de los colaboradores experimentan algún tipo de conflicto. Por ejemplo, el 49% de todos los empleados manifiestan que la mayor parte de los problemas que experimentan en el trabajo se deben a temas personales, el 34% indican que pierden minutos y hasta horas de trabajo debido al estrés y el 33% afirma que tienen cargas de trabajo muy elevadas y no cuentan con suficiente apoyo de sus compañeros y jefes. Mientras que existe una lista interminable de posibles causas de conflictos en el lugar de trabajo, algunas de ellas son más notorias e influyentes que otras, como el mal liderazgo, la deshonestidad y dificultades en las relaciones interpersonales según indican los encuestados.
Aunque no parezca… los conflictos a veces son necesarios.
Según Robbins & Judge, enfrentarse a situaciones difíciles puede generar resultados y soluciones funcionales, como:
- Incrementa el desempeño de tu equipo de trabajo, ya que nos esforzamos por responder a los retos.
- Mejora la calidad en la toma de decisiones que tomamos.
- Estimula la creatividad y generación de ideas innovadoras.
- Aumenta el interés hacia el trabajo.
- Promueve espacios de evaluación y oportunidades de cambio.
- Estimula la cohesión grupal. Soy parte del grupo, pienso como el grupo y para el grupo.
- Mejora la eficacia de los procesos dentro de la empresa: el conflicto genera un impacto en la “tranquilidad” y la forma en la que se realizan las actividades. Por lo que promueve que las personas se incomoden y hagan cambios para poder atender a una nueva necesidad.
NO podemos ignorar los problemas, pues las consecuencias pueden ser devastadoras. La buena noticia es que se pueden evitar con decisiones acertadas en el momento oportuno. Es importante reflexionar sobre cómo podemos fortalecer nuestra habilidad para lidiar con situaciones desafiantes y fomentar relaciones laborales saludables y eficaces. Por esta razón, aquí te compartimos 6 prácticas que puedes adoptar para identificar si existen conflictos en tu área o equipo de trabajo:
- Presta atención a los comentarios y conversaciones de tus compañeros.
- Observa las dinámicas de la oficina y las interacciones entre los miembros del equipo.
- Realiza encuestas regulares para conocer la opinión de los miembros del equipo.
- Evalúa el desempeño individual y de equipo.
- Ofrece y recibe retroalimentación constructiva para prevenir conflictos.
- Promueve una cultura de colaboración y apoyo mutuo.
Ahora, si ya has identificado un conflicto, es hora de tomar medidas para resolverlo de manera rápida y eficiente. Por eso, queremos compartirte una serie técnicas que nos han ayudado en algunos momentos a manejar situaciones difíciles:
- Capacita a tu equipo en temas de manejo y resolución de situaciones críticas. Talleres de habilidades de negociación, sesiones de mentoría
- Mediación y establecimiento de compromisos: Utiliza miembros del equipo que puedan ayudar a las partes a llegar a un acuerdo.
- Comunicación efectiva: Asegúrate de escuchar y hablar de manera clara y respetuosa.
- Enfoque en la solución: En lugar de centrarse en la culpa, enfócate en encontrar soluciones creativas, pacíficas y efectivas.
- Discusión de casos de estudio: Analiza y discute casos de conflictos reales que hayan ocurrido en la organización o en otras empresas.
- Retroalimentación y autoevaluación: Proporciona oportunidades para que los miembros del equipo reciban y den retroalimentación constructiva sobre su manejo de conflictos.
- Realiza cambios estructurales y reasignación de puestos de trabajo (en caso de que sea necesario).
- Evita seguir participando en el conflicto.
Los conflictos muchas veces son evitables, pero tenemos que estar preparados y contar con los conocimientos necesarios para manejar las situaciones difíciles de la mejor manera y así prevenir el caos. Con estos consejos y estrategias, podrás practicar e ir mejorando tu capacidad para gestionar el problema en el trabajo y los conflictos ya no tendrán que ser un obstáculo para el éxito tus tareas.
¿Ya tienes una estrategia en mente para identificar y solucionar conflictos en tu lugar de trabajo? Si es así, ¡nos encantaría saber más! 🤩 Con O-lab podemos seguir aprendiendo y mejorando como profesionales. Si te gustó este artículo, no dudes en compartirlo con alguien que lo pueda necesitar.
¿Quieres saber si realmente estás listo para liderar a tu equipo? 😏 Puedes descubrirlo en menos de 10 minutos con nuestro laboratorio haciendo click aquí. Si te ha gustado nuestro contenido y quieres mantenterte al tanto, echa un vistazo a nuestras redes sociales o suscríbete a nuestra Comunidad O-lab.